Con una visión sesgada y miope que sólo alcanza a avizorar
las próximas elecciones, el Gobierno Nacional institucionalizó lo que venía
haciendo de facto. A través de la resolución 13/2013 permitió que los
intendentes soliciten recursos para obras directamente con Nación sin pasar por
las instancias provinciales. Sin embargo la cuestión de fondo es si es esto
sólo una cuestión de poder o tiene un impacto más profundo en nuestra sociedad.
Los argentinos pagamos con sangre en nuestra historia la posibilidad
de tener un país federal, donde los pueblos de cada provincia puedan elegir a
quienes creen que mejor los representan. Nuestra constitución no establece un
sistema unitario como el caso chileno, donde el presidente es quien elige “delegados”
para que administren las provincias, como parece querer el Kirchnerismo. Ahora
si desean un modelo como este deberían empezar por reformar la constitución.
El kirchnerismo “puso quinta”, no quiere que haya gobernadores
si no son incondicionales y en el fondo tampoco quiere intendentes con
autonomía, lo que buscan en definitiva es instalar a fuerza de la caja a gobernadores
e intendentes como delegados de la presidente y no como representantes legítimos
de sus pueblos.
De este modo es imposible pensar en una patria grande donde
se puedan construir proyectos de provincia que se acoplen a un proyecto de país. No
se podrá construir un proyecto de provincia donde las decisiones sobre obras y
necesidades de cada municipio estén en armonía con el rumbo provincial, si el
Gobierno Nacional irrumpe “bajando” recursos como se le da la gana, sin tener
en cuenta que los ciudadanos ya han elegido un rumbo cuando votaron a su
gobernador. Lo único que se logrará es acentuar las diferencias y la
discriminación entre municipios, teniendo una provincia compuesta por un mosaico
de intendencias fragmentadas que no se pueden incorporar a un rumbo provincial.
Haciendo un paralelismo futbolero, ¿alguien se puede imaginar como jugaría un equipo
donde la mitad de los jugadores hable la táctica con el director técnico y la
otra con el presidente del club?, lo mismo sucede con las provincias cuando los
municipios no están enmarcados en un proyecto de provincia.
El individualismo, la falta de solidaridad y sobre todo la
falta de respeto a lo que han elegido los pueblos es lo que propone el
kirchnerismo. Le importa muy poco la voluntad popular que no tenga que ver con
el nivel nacional y de allí para abajo no pueden digerir que la gente no vota a
sus dirigentes a nivel local, porque como pasa en varias provincias no queremos
tener delegados obedientes de la Casa Rosada, sino representantes con voz
propia para defender los intereses de nuestros compueblanos.
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